Trigo sarraceno

La patria del trigo sarraceno es Asia, los hallazgos arqueológicos más antiguos datan de la Edad del Hierro y se han encontrado en varios países, como Polonia, Alemania, Francia, Italia, Aglia y Hungría. El trigo sarraceno no es un cereal, es una planta anual de la familia del rododendro. En nuestro país también se le llamaba tartar, porque nos lo traían los tártaros. Sus semillas contienen vitamina B, vitamina E, colina, potasio, calcio, hierro, cobre, zinc y manganeso. Es más apreciado por su alto contenido de rutina, que tiene un efecto beneficioso sobre los vasos sanguíneos, restaura su elasticidad y ayuda con las varices. Además, el trigo sarraceno es adecuado para que las mujeres embarazadas desintoxiquen suavemente el cuerpo, ayuden a tratar las hemorroides, reduzcan el agrietamiento de las venas del ojo, los bigotes en la cara y las úlceras gástricas sangrantes. Gracias a las vitaminas B1 y B2, puede ayudarte con los dolores de cabeza y la irritación de los nervios. El contenido de colina ayuda a regenerar las células del hígado y a descomponer la grasa en este órgano. El trigo sarraceno es un alimento sin gluten y es apto para todas las edades, especialmente para las personas con diabetes.
 
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