Seguramente tengas una cabeza de ajo dando vueltas por tu cocina y querés hacer algo con ella. El ajo asado es un complemento perfecto para muchas recetas, añade un montón de sabor que no se encuentra en el ajo regular. Su dulzura, después de haber perdido la dureza que su forma cruda posee, es muy suave y untable. Realmente queda muy bien para untar en el pan en lugar de manteca y sus dientes queda muy bien como un ingrediente en la pizza. También es ideal en las pasta, picado y en las sopas, el puré de papas, en aderezos para ensaladas, salsas, y casi cualquier otra cosa que en la que pondría ajo regular y algo más.
Necesitará una cabeza de ajo, unas cucharaditas de aceite de oliva, sal, pimienta y una hoja de papel de aluminio.
Cortar la parte superior de la cabeza de ajo con un cuchillo afilado lo suficientemente bajo como para quitar la parte superior de los dientes y llegar a exponerlos.
Coloque la cabeza de ajo en una hoja de papel de aluminio, espolvorear con sal y pimienta y rociar con un poco de aceite de oliva, asegurándose de que está bien cubierto.
Envuelva el papel de aluminio y todo el ajo apretando la parte superior para crear un especie de paquete.
Coloque el ajo en un horno a 220ºC y cocer durante 35-45 minutos o hasta que el ajo se haya caramelizado en la parte superior y esté suave.
Retirar del horno y dejar enfriar durante 10 minutos antes de su manipulación. Los dientes de ajo se pueden extraer de la piel o ser sacados con un tenedor. Ajo cocido puede ser envuelto y almacenado en la heladera durante hasta una semana.
Fuente: http://www.heatherlikesfood.com/how-to-roast-garlic/