Los errores más comunes a la hora de hacer dieta

Con el sol y el calor, da ganas de ponerse a régimen para lucir el cuerpo sin complejos; pero, cuidado con los hábitos ya que algunos no solo no ayudan a adelgazar, sino que pueden ser contraproducentes; aquí algunas recomendaciones.

  • Eliminar los hidratos. Muchas dietas excluyen las pastas, el pan y algunas verduras como la papa, la batata o el choclo. Hoy se sabe que este grupo es esencial; es la base de la pirámide alimentaria, y solo hace falta aprender a combinarlos y a elegir los menos engordantes. Por ejemplo, un plato de fideos moñito o tirabuzón, es peor que un plato de spaghetti. O las tostadas, tan recomendadas para las dietas en el desayuno, son más propensas a formar grasa en el cuerpo que el pan sin tostar, cuya digestión es más difícil y por eso, aporta más saciedad. Además, se comprobó que eliminar un grupo alimentos de la dieta genera desequilibrios que pueden ser riesgosos para la salud y que aumentan la ansiedad, ya que cuando al cuerpo le falta un nutriente, genera respuestas compulsivas sobre otros alimentos para reponer lo que le falta.
  • No comer. Mucha gente opta por comer solo de noche. Algunos no desayunan ni meriendan, pero almuerzan y cenan en exceso. Otros se empachan con el asado del domingo y deciden ayunar el lunes. Ninguna de estas fórmulas sirve, porque cuando le falta energía, el cuerpo recurre a las "reservas", pero no a las grasas, sino a masa muscular.
  • Hacer una dieta muy baja en calorías: Tampoco sirve. Pone al metabolismo en modo de "ahorro": el cerebro detecta la falta de energía y no solo no nos dejará adelgazar, sino que en cuanto incorporemos calorías, estas se guardarán directamente como grasa.
  • Comer fruta libremente: Las frutas tienen muchas propiedades y pueden ser una buena colación de media mañana, o un postre. Pero en exceso, suman una gran cantidad de calorías y azúcar. Comer 3 manzanas por día aporta 300 calorías: igual que un plato de pasta.
  • No medir el aceite: Una nutritiva y poco calórica ensalada puede convertirse en la peor enemiga si se le agrega aceite de más. Una cucharada tiene 100 calorías: 4 cucharadas equivalen a dos canelones con salsa. Así que, a medir con cuidado a la hora de condimentar. Otro error común es usar aceite de oliva en abundancia, pensando que es light, cuando tiene las mismas calorías que los otros.
  • Pensar que los productos integrales son "light": Es cierto que hacen bien, son ricos en fibra y dan mayor saciedad. Pero están lejos de tener menos calorías. de hecho, a veces tienen más grasa que los alimentos que no son integrales. Por eso, a consumirlos, pero con medida.
  • Elegir queso untable para las tostadas. Error común de desayunos y meriendas. Sin una consistencia firme, este queso se digiere rápidamente, satisface poco y tiene pobre contenido en calcio. Lo ideal es elegir quesos compactos -port salut o cuartirolo-, pero magros, es decir, con un contenido de grasas que no supere el 13%.
  • Licuar las frutas o hacer puré las verduras: Cuanto más procesado está un alimento, menos trabajo digestivo -o gasto de calorías- demanda. Sacia menos y resulta poco efectivo para bajar de peso.
  • Masticar poco y comer rápido: Las personas que en tres mordiscos terminaron la comida no registran las calorías ingeridas y suelen comer más que aquellas que mastican lentamente. Ocurre que, desde que empezamos a comer hasta que el cerebro recibe la señal de saciedad, pasan unos 40 minutos. En ese lapso se puede comer mucho sin sentirse satisfecho.
  • Pesarse todos los días: Grave error que puede deprimir a más de uno. El peso varía a lo largo del día y depende del horario de la comida, la retención de líquidos, el ejercicio, etc. Pesarse todo el tiempo solo aumenta la ansiedad. Tener 0,5 a 1,5 kilos más que ayer no necesariamente significa haber "engordado". Se recomienda pesarse una vez por semana, con asesoramiento profesional, por la mañana, en ropa interior y después de ir al baño.
  • Pretender bajar demasiado rápido. La mayoría de las personas bajan de peso abruptamente, no pueden sostenerlo y vuelven a subir. Bajar progresivamente es mucho mejor. Con 400 gramos por semana (1,6 kilos por mes) podemos darnos por contentos.

Fuente: La Nación

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Maria

17.09.2012

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