Hay muchos alimentos que contienen sustancias beneficiosas para nuestra salud. Sin embargo, algunos hábitos nos impiden su correcta incorporación a nuestro menú cotidiano y es ahí donde intervienen los nutracéuticos, que aportan los refuerzos adicionales imprescindibles para prevenir ciertas enfermedades.
Todos los días comemos alimentos que, además de nutrirnos y brindarnos placer, contienen sustancias beneficiosas para nuestra salud. Sin embargo, existen hábitos alimentarios que impiden su correcta incorporación y es ahí donde intervienen los nutracéuticos, que aportan los refuerzos adicionales, imprescindibles para prevenir ciertas enfermedades.
¿Cuáles son y cuáles son sus beneficios?
-Ácidos Omega 3. Dentro del grupo de los ácidos Omega 3, existen dos tipos: el eicosapentaenoico (EPA) y el docosahexaenoico (DHA), derivados del aceite de pescado y con efectos muy beneficiosos para la salud. Ellos colaboran en la prevención de la enfermedad cardiovascular, reducen la presión arterial y disminución de triglicéridos. También poseen acción sobre el sistema inmune.
Las patologías cardiovasculares representan una de las principales causas de muerte en el mundo. Si bien el interés por estos ácidos grasos Omega ha crecido en los últimos años, en realidad la relación entre el consumo de pescado y el bajo riesgo cardiovascular comenzó a observarse hace más de cuatro décadas en la población esquimal de Groenlandia. Más tarde, en el Estudio de los siete países, con un seguimiento que se prolongó por 20 años, se demostró que los hombres que ingerían 30 gramos de pescado por día reducían el riesgo de sufrir problemas coronarios en un 50 % si se los comparaba con otros voluntarios que no lo consumían.
El Omega 3 de chía presenta beneficios similares que el de pescado. Por eso, es ideal para aquellos que no consumen pescado, sea por alergia o porque, simplemente, no les gusta. Este posee antioxidantes naturales que refuerzan el sistema inmunológico, previene la enfermedad cardiovascular y retarda el envejecimiento. Su consumo evita la necesidad de recurrir a antioxidantes artificiales.
Francia es el único país en donde existe la recomendación de Omega 3 para personas sanas: 120 mg para los hombres y 100 mg para las mujeres diarios. Como estrategia de prevención, la dosis recomendada según la American Heart Association -Asociación Americana del Corazón- es de 1 gramo por día y para el tratamiento de la hipertrigliceridemia, de 2 a 4 gramos.
-Lecitina de soja. Es una mezcla compleja de fosfolípidos. Además de reducir el colesterol, también existe evidencia de que es beneficiosa para la memoria y las funciones cognitivas (porque interviene en la transmisión del impulso nervioso) y para la salud cardiovascular debido a su efecto en el transporte y metabolismo del colesterol.
Por otra parte, mejora la salud hepática porque protege las membranas del hepatocito y previene el depósito hepático de grasa. Además, según demostraron diversos estudios, funciona como antiinflamatorio. La dosis diaria recomendada es de 550 mg para los hombres y 425 mg para las mujeres.
-Ácido linoleico conjugado (CLA). Es un ácido graso poliinsaturado que pertenece a la serie Omega 6 que representa una opción para el tratamiento de la obesidad y el sobrepeso ya que reduce el contenido de masa grasa y aumenta de -manera relativa- el de la masa magra. Funciona como una barrera contra la ganancia de peso y posee actividad antioxidante y mejora los valores de colesterol y de triglicéridos.
El CLA se encuentra en la manteca, la leche, el queso, la carne de vaca. El consumo diario habitual para una persona que ingiere alimentos no enriquecidos es de 150 mg/día (sólo el 19% de lo recomendado). Y esto se debe a que existen hábitos que impiden la incorporación de CLA con la ingesta: la reducción del consumo de carne vacuna, la preferencia por los aceites vegetales, la alimentación baja en grasas, la reducción de la ingesta de leche, quesos, yogures, manteca y el vegetarianismo, entre otros. Ese fenómeno vuelve importante la suplementación dietaria con CLA, ya sea en sobres unidosis, cápsulas o en polvo.
*La doctora Mónica Katz es médica especialista en Nutrición y docente de la Universidad Favaloro.
Fuente y fotografía: Entremujeres.com
